viernes, 25 de mayo de 2007

Mi respuesta

Montes de Oca, 24 mayo 2007
PAC-OS-018-2007


Dr. Oscar Arias Sánchez
Presidente de la República
S. O.

Estimado señor Presidente:

Lamento el tono de su respuesta a mi carta del 10 de mayo, pero, sobre todo, lamento su rechazo a la posibilidad de construir un importante acuerdo de gobernabilidad. Sin embargo, por el bien del país, asumo que en este caso su hermano don Rodrigo Arias no redactó bien las ideas que usted le transmitiera, y que aún existe el espacio para dialogar.

Por otra parte, el Diario Extra del 23 de mayo, le atribuye a usted decir, refiriéndose al PAC, que “Yo no sé por qué me siguen escribiendo sobre lo que ellos saben cuál es mi parecer”. Si la cita fuese correcta, usted estaría cortando cualquier contacto, y las posibilidades de diálogo o negociación, excepto cuando queramos escribirle que estamos de acuerdo con usted.

Señor presidente, en el caso actual costarricense, el diálogo reviste una especial relevancia. El gobernante debe, con prudencia y sabiduría, abrir lejos de cerrar espacios, para que la paz y la tranquilidad prevalezcan. Por ello, quisiera asumir que lo han citado incorrectamente. Debo decirle que tenemos un mandato y una responsabilidad originados en el voto popular y que independientemente de la actitud de su gobierno ante el diálogo, instrumento esencial de la democracia, seguiremos, con madurez y seguros de nuestro papel en el país, dialogando o intentando dialogar con todos los sectores, incluyendo el gobierno.

Por otra parte, debe comprender que con el PAC, los términos y condiciones de las negociaciones son distintos a los utilizados en el pasado. Nosotros negociamos exclusivamente sobre los asuntos en discusión y de manera totalmente transparente. Algunas prácticas nocivas de la política tradicional no son de recibo por el PAC. Es imposible convencernos, para que seamos parte de mayorías legislativas, por medio de ofertas de puestos, partidas específicas, premios o ayudas económicas. No existe prebenda alguna que compre al PAC para que apruebe un proyecto de ley que nos parezca inconveniente para el país, o para que calle ante una corrupción o un abuso. Tampoco tenemos deudas políticas en razón de ayudas económicas en la campaña, con persona, empresa, sindicato o grupo alguno.

El camino que le expuse en mi anterior carta es simple y razonable. Me sorprende que no lo haya comprendido de esa forma. Usted y yo sabemos que la agenda de implementación es parte integral del TLC. Dado que la decisión y el futuro sobre el TLC la deberá tomar soberanamente nuestro pueblo mediante el mecanismo del referéndum, el único camino que respeta esa voluntad soberana es esperar ese resultado para ver el destino de esos proyectos. Lo contrario sería una burla al pueblo costarricense.


Reitero que el PAC no es un partido que impida la expresión de las mayorías. Mantenemos todo lo dicho en esta materia en el pasado. Hemos luchado en la Asamblea Legislativa para que haya una discusión amplia y para que se escuchen todos los argumentos, sobre un tema tan complejo como el TLC. Esas herramientas elementales de la democracia -debatir y escuchar- han sido obstaculizadas por quienes desde siempre han querido que no se discuta ni se debata a fondo el TLC, para que sólo una minoría de los costarricenses lo conozca adecuadamente. Por ejemplo, en la Comisión que dictaminó el TLC, se impusieron antidemocráticas limitaciones para el uso de la palabra y en el plenario, el gobierno rehusó someterlo a discusión por varios meses.

Precisamente porque respetamos a las mayorías, nos parece que debe ser la mayoría del pueblo la que decida sobre todo el TLC en el referéndum. En ese contexto, no es correcto que una minoría de 57 personas –los diputados- decidan, independientemente de lo que decida la mayoría en el referéndum, sobre el componente del TLC denominado agenda de implementación, tal y como lo pretende el gobierno. Mi propuesta intenta solventar este problema y garantizar que si desafortunadamente gana el SI, el PAC no sería un obstáculo para que esa agenda fuese aprobada a tiempo para que el TLC entrara en vigencia.

Como usted ve, contrario a las aseveraciones de su carta, somos totalmente coherentes con nuestras manifestaciones del pasado sobre el respeto a las mayorías y nuestra disposición a no obstaculizar las decisiones que de ellas se deriven.

En su carta usted menciona una tesis que he sustentado sobre la conveniencia de que el programa de gobierno presentado a la ciudadanía por el partido ganador, se convierta en ley de la república. Sin embargo, debo aclararle que tal tesis no es aplicable al TLC, en el tanto ni usted ni su partido, presentaron el TLC a la ciudadanía. Su campaña se centró en decir sí Costa Rica y muy poco más. No sólo no hicieron una campaña en la cual dieran a conocer el TLC y las razones para apoyarlo, sino que usted expresamente se rehusó a debatirlo, defenderlo y a explicar sus razones de cara a los costarricenses. De ahí que no existe el mandato que se intenta alegar a partir de las tesis que he sustentado.

Le ruego respetuosamente reconsiderar su posición ante la equilibrada y responsable propuesta que le he hecho. Tenemos la oportunidad de desahogar la agenda legislativa y de abrir espacios para lograr acuerdos en áreas como la educación, la ciencia y tecnología, la seguridad ciudadana, el fortalecimiento municipal, el ambiente, los controles a las finanzas de campaña, las reformas electorales, la concesión de obra pública, la reforma fiscal, la ley del 4-3, entre otros, las cuales están pendientes y requieren de decisiones urgentes.
Agradeciéndole su atención a esta carta y deseándole lo mejor en el desempeño de sus funciones.

Atentamente,



Ottón Solís

2 comentarios:

BravePC dijo...

Ottón, con esta carta, completa el desenmascaramiento que permitiera la carta que enviase al Presidente Arias, y que fuera torpemente respondida por su hermano, Rigo.

Ya sabemos, y de parte de los Arias, que no existe ninguna posibilidad de entablar un diálogo nacional sobre el tema de este TLC. Terrible contraste de la "política del diálogo" que hiciera famoso a Arias en su gobierno de los años 82 a 86.

Excelente la estrategia.

Luis A. Montero
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Ottón Solís dijo...

Luis: gracias