miércoles, 4 de julio de 2007

Nuestros corazones vencerán



Cinco magistrados de la Sala Constitucional han considerado que el TLC no viola nuestra Carta Magna. La consulta de constitucionalidad, fundada en análisis de especialistas de la Universidad de Costa Rica, intentaba evitar que el pueblo se manifestara sobre un TLC que consideramos violatorio de nuestra Constitución.

Aceptamos esa decisión que no compartimos. Esperaremos con sumo interés, para leer los razonamientos de los magistrados que consideraron que, por ejemplo, en materia de arbitraje no se viola nuestra Constitución Política o que las mociones aprobadas en Comisión no afectan el fondo del TLC.

Esperamos que los defensores del TLC no utilicen esta resolución para afirmar o insinuar que el TLC es bueno para el país. Que la Sala IV dicte que el TLC es constitucional no significa que sea bueno. La misma Sala IV considera que los matrimonios entre extranjeros y costarricenses que ni se conocen, hechos por poder en un protocolo notarial, para de ese modo obtener
el derecho a vivir en Costa Rica, son constitucionales.

El fallo únicamente establece que el TLC no atenta contra nuestro ordenamiento constitucional. No dice nada, ni tiene ninguna implicación, sobre nuestros argumentos en relación con los daños que el TLC causará a la economía, al sector agrícola, a las finanzas de la CCSS, al ambiente, al precio de los servicios de telecomunicaciones y electricidad. Tampoco pone en tela de duda nuestras afirmaciones en relación con los severos límites que el TLC impone a la definición soberana de algunas políticas de desarrollo o con la centroamericanización de nuestro modelo de desarrollo.

Casa por casa

Nuestra meta es el referéndum. Para ello seguiremos con entusiasmo en nuestra campaña de visitas a las casas de los costarricenses. En lo personal ya he visitado 443 casas: 35 en Hatillo, 65 en Alajuelita, 103 en Moravia, 120 en Desamparados y 120 en Tibás, estas últimas el lunes pasado en la noche. En todas partes del país muchos y muchas están dedicando sus ratos
libres a esta tarea. Tengo una enorme confianza en que los corazones van a vencer a los millones como muchas veces ha ocurrido en la historia.

La lucha contra este TLC no es una disputa contra un gobierno, contra un partido político o contra un sector o un grupo de personas. En ella están comprometidos empresarios, académicos, profesionales, agricultores, trabajadores, ambientalistas, amas de casa, jóvenes, sacerdotes, pastores evangélicos, liberacionistas, social cristianos, etc. Estamos optimistas,
sobre los esfuerzos de esta gran Costa Rica para que digamos NO a un TLC que irrespeta nuestros logros históricos e impediría mejorar y vencer nuestros problemas.